Cuando No Queda Nada por Hacer para Poder Remediar Nuestra Decepción... Escogemos La Solución Más Imposible de Todas: Aferrarnos a Nuestros Buenos Tiempos de Antaño, Como Si Quisieramos Traerlos de Vuelta, Reproducir Esa Escena Feliz Muchas Veces en Nuestra Mente para Tratar de Borrar El Sabor del Amargo Presente... Dios, a Veces Quisiera Ser Niño Otra Vez... Como Dicen Por Ahí "Cuando Era Feliz y No Lo Sabía"
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